jueves, 10 de julio de 2014

La desnudez en nuestra cotidianidad



         Diariamente, día a día, nos vemos en situaciones donde necesitamos estar desnudos, el ejemplo más obvio, la hora del baño. Nadie se queja de que al bañarnos nos encontraremos frente al espejo a ese ser que nos asusta tanto que lo tenemos que cubrir con ropa, nunca he escuchado a nadie decir, la gente debería bañarse con ropa, porque la ropa es parte de la "evolución". Pero, ¿Si fuera parte de la evolución, no naceríamos con ropa? Nos bañamos sin ropa porque necesitamos estar limpios, todo nuestro cuerpo lo necesita, TODO.
Nuestro cuerpo no es sólo lo que queda al descubierto cuando nos vestimos, y si podemos aceptar esta realidad, ¿por qué cuesta tanto ver a una persona sin ropa, y por qué fuera de estas situaciones (El baño, una consulta médica, etc), nos cuesta hasta vernos a nosotros mismos?


         En la casa de muchos "desnudez" tiene un significado estático, e inmodificable "Es el momento que pasa entre la ducha y el secado, y que debe terminar inmediatamente después de este". Yo les invito a extender ese momento. Primero, alarguen el tiempo entre el secado y el momento de vestirse, pasen el mayor tiempo que puedan así, como nacieron, como EN REALIDAD SON. Luego vuelve el nudismo un evento más cotidiano. No tengas pena, el nudismo tiene muchas ventajas, y a través de él conocerás a mucha gente interesante

      
         La desnudez es un evento cotidiano, aunque no lo notes. En este momento centenares de personas están practicando el nudismo, y muchas más están desnudas sin ser nudistas en realidad; muchos se están bañando, otros están en consulta médica, otros están intimando, otros simplemente no tienen ropa que ponerse, unos duermen desnudos porque es bueno para la circulación, y otros muchos (Millones) están naciendo. La desnudez simplemente no es algo amoral, parece ser la cosa más normal del mundo, pero a la vez la más empañada, la más satanizada, la más ridiculizada, y se ha vuelto el temor de muchos, y el asco de otros.


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